El mejor batería del mundo, Silvio avanti con todo y con su guaracha

silvio avanti con la guaracha

En una entrevista para Radio Vida, el locutor le preguntó a Silvio que quién era su maestro, su batería preferido, el que más influencia había tenido en su particular estilo de percusionista, el que le parecía el mejor.

Silvio, lacónico, con esa contundente brevedad que distingue a los que están seguros de sí mismos, contestó: “Sinceramente, el mejor batería del mundo soy yo”.

Los oyentes del programa festejaron con gritos y aplausos aquella ocurrencia tan poco habitual en las suaves entrevistas radiofónicas que se estilaban durante aquellos años.

[Por Alfredo Valenzuela, del capítulo I del libro ‘Silvio, Vengo Buscando Pelea’]

En sus primeros pasos en la música, en grupos locales sevillanos, en los 70, Silvio destacó por sus dotes en las percusiones y la batería. Protagonizando incluso escenas heroicas tocando la percusión con los míticos Smash en Madrid. Esa anécdota nos la guardamos para próximamente.

Foto 1: Máximo Moreno / Silvio a la batería, finales de los setenta en un ensayo.
Foto 2: Pablo Juliá.

Camisetas ‘AVANTI CON LA GUARACHA’ en ferpectamente.com/flamencopunk

Avanti con la guaracha Silvio Camiseta

En el Parque de Atracciones

En el Parque de Atracciones [de Madrid] contrataban a grupos de moda y el público entraba gratis, era un reclamo para que fuera mucha gente y luego se gastase el dinero en el parque. Por eso los conciertos eran solo de cuarenta y cinco minutos. El problema era que a Smash era muy difícil pararlos. Esto lo contaba Alfonso Guerra en un documental, porque Smash iban para ponerle música al intermedio, pero se ponían a tocar y no paraban.

Estaba lleno de gente con el pelo largo, que los de Madrid tenían la melena más larga que los de Sevilla. Fue un éxito total, la gente se sabía las canciones. Iban con Silvio, que estaba de percusionista, dando sus gritos. Pero llegó Torrebruno, dijo que había que cortar, y no le dije nada al grupo porque me hubiera dado igual. No paraban, entonces cogió Torrebruno y les desenchufó. Henry, el danés, lo dejó inmediatamente, no tiene sangre para nada, pero Silvio cogió la batería, se puso a hacer un solo, que sus solos eran míticos, la gente se volvió loca, y Torrebruno dio orden de quitarle la batería. Pues hizo el solo mientras le iban quitando la batería pieza a pieza, hasta que solo le quedó la tumbadora, la cogió entre los brazos y se tiró al foso de agua con ella, y con él todo el público detrás. Torrebruno nos quería matar.

Declaraciones de Javier García Pelayo, entrevista en Jot Down Magazine.

ferpectamente.com