En 1979, dos años después de participar en el disco homónimo de Veneno (junto a KikoVeneno) los hermanos Raimundo y Rafael Amador grababan en el pequeño estudio de Ricardo Pachón en Umbrete unas sesiones que no verían la luz hasta 1986 en Nuevos Medios. Entre una y otra fecha habían aparecido los dos primeros discos que Pata Negra grabaron para Universal, ‘Pata Negra’ (1981) y ‘Rock gitano’ (1983).
Como recuerda Pachón, Raimundo y Rafael fueron los primeros en introducir la técnica de la púa en la guitarra flamenca, los primeros gitanos rockeros que absorbieron toda la música que oían en las calles de Sevilla, del flamenco al blues y al rock de Jimi Hendrix o Janis Joplin, pasando por el jazz manouche de Django Reinhardt. Y en este disco sus guitarras callejeras brillan más que nunca, trenzándose la una con la otra con una energía descomunal a lo largo de extensos crescendos.
Se atreven con un corrido mexicano (‘Juan Charrasqueado’), pero donde más brillan es en los rockanroles: tanto el ‘Rock del Cayetano’ como ‘Pata palo’ son piezas maestras, de antología.
‘Ratitas divinas’ radiografía la pobredumbre de los extraradios sevillanos donde crecieron (el Polígono San Pablo, Las Tres Mil…), y ‘Morao mellizo’ es un jugoso instrumental, igual que el primer bonus track, titulado precisamente ‘La pata negra’. El otro es una versión de ‘Los mánagers’ sin vientos, mucho más callejera y acorde con el resto del disco. Una gozada de la cabeza a los pies. Para mí, el mejor disco de Pata Negra, incluso superior al aclamado ‘Blues de la frontera’ (1987).
[Esteve Farrés, artículo para la revista Rock de Lux]Pata Negra en Ferpectamente, link
Foto interior del libreto: Mario Pacheco